viernes, 31 de julio de 2009

LA MUJER DE VALDIVIA

Inés Suárez habría nacido aproximadamente hacia 1507 en Plasencia, y murió en Chile en 1580. Habría contraído matrimonio en Málaga, enviudando al poco tiempo. En 1507 viajó a América, llegando al Cuzco. Se ignora la forma en que conoció a Pedro de Valdivia, a cuya expedición conquistadora se unió, siendo la única mujer blanca que formó parte de ella.

Convivió con el conquistador de Chile hasta que, estando él en Lima, fue juzgado entre otras cosas, por esta relación, obligándosele a terminarla y a traer a Chile a su mujer, Marina Ortíz de Gaete. También, se le ordenó casar a Inés, quien contrajo matrimonio con Rodrigo de Quiroga (1549), cuando ella tenía 42 años y el novio 38.

Su gran empuje y su relación con Valdivia, sin duda, influyeron en que el conquistador le concediera una encomienda de indígenas. En el documento respectivo, el Gobernador decía: "Por cuanto Vos, doña Inés Suárez, vecina de Santiago, vinisteis conmigo a estas provincias a servir en ellas a Su Majestad, pasando muchos trabajos y fatigas.... que para los hombres eran muy ásperos de pasar, cuanto más para una mujer tan delicada como Vos..."

Luego de casarse, Inés se caracterizó por llevar una vida tranquila y piadosa. Junto a su marido, contribuyó a la construcción del templo de la Merced y de la ermita de Montserrat, en Santiago.

La defensa de Santiago

La recién fundada ciudad de Santiago fue atacada por los indígenas el 11 de septiembre de 1541 e Inés Suárez asumió un importante rol en la defensa de ella. Cuenta el cronista Mariño de Lobera que "Viendo doña Inés que el negocio iba a derrota batida y se iba declarando la victoria por los indios, echó sobre sus hombros una cota de malla y de esta manera, salió a la plaza y se puso delante de todos los soldados, animándolos con palabras de tanta ponderación que era más de un valeroso capitán que una mujer ejercitada en su almohadilla. Y juntamente les dijo que si alguno se sentía fatigado de las heridas, acudiese a ella a ser curado, por su mano...".

Decapita a los indígenas

Jerónimo de Bibar señala que, en la misma ocasión, Inés tomó una espada y dirigiéndose hacia el recinto en que los españoles tenían a algunos caciques indígenas, les dio muerte. Según otra versión, Inés habría concurrido a aquel lugar y dado orden de matar a los prisioneros. El soldado Hernando de la Torre habría preguntado: "Señora: ¿de qué manera los mato?", a lo que ella habría respondido, desenvainando la espada: "De esta manera" y acto seguido los habría decapitado.

El mismo Pedro de Valdivia avaló esta última versión en Lima, cuando declaró que Inés se había destacado atendiendo a los heridos, "y después en el ánimo que tuvo en que se matasen los caciques y en ayudar a ellos que fue causa principal para que, vistos los indios muertos sus señores, se retrujense en sus hogares.

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